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Utrecht descentrado, Juliana Park

Sabemos que Utrecht es una ciudad pequeña y que parece ofrecer muy poco en comparación con La Haya o con la impresionante Amsterdam, sin embargo, para comprobar que esto no es cierto sólo hace falta comprar un billete de autobús para tres zonas y subirse a la línea tres desde el centro en dirección a Zuilen. Pasados apenas diez minutos desde la estación central estaremos llegando a la parada del Julianapark, uno de los grandes desconocidos para los turistas extranjeros,que prefieren los hermosos parques del centro, pero que resulta una zona de ocio básica para quienes viven en el barrio de Zuilen y alrededores.

El Parque Juliana se extiende a lo largo de nueve hectáreas y media, al noroeste de la avenida Amsterdamstraatweg. En su interior hay dos lagos artificiales en los que viven diferentes especies de aves. La vida animal es uno de los aspectos más destacados del parque puesto que en él se mantienen varias zonas separadas por vallas tras las que viven diferentes animales como ciervos, codornices y otras aves que normalmente podríamos encontrar en los bosques centroeuropeos.

El parque inicial, que comprende la parte sur del actual, fue planificado en 1903 por el arquitecto y paisajista  Louis Copijn para una familia de Utrecht, llevando el nombre de Kolspark o Parque del Coronel. Pero los herederos del propietario inicial decidieron vender el terreno a la ciudad en 1928, momento en que pasó a ser de uso público.

En 1935 el parque sufrió la primera gran renovación y ampliación de la superficie hasta sus dimensiones actuales al formar parte central de un proyecto de empleo e inversión social mediante el cual la ciudad de Utrecht pretendía aliviar la situación económica de muchos trabajadores de la zona en que se encuentra al tiempo que creaba un lugar de ocio para los niños de los barrios depauperados de la -entonces- periferia. El parque siguió cumpliendo esta función social, con el deterioro que ello conlleva, hasta 2003, cuando las autoridades decidieron dar un nuevo sentido al parque renovando las instalaciones, preparando el hábitat para los animales y ofreciendo nuevas y mejoras infraestructuras para los visitantes.

Hoy en día, el Parque Juliana dispone de abundantes bancos y sillas de metal en las que sentarse y tumbarse a la sombra -¡o al sol, dependiendo de la estación y temperatura!- de los muchos árboles que acoge su perímetro. Es un lugar tranquilo alejado de las zonas más concurridas de la ciudad y merece la pena visitarlo y pasar allí un par de horas tranquila

Foto Vía Onno B.