Swalmen y el Castillo de Hillenraad, sur de Holanda

Swalmen

Se puede decir que es el río Mosa el que separa el pueblo de Swalmen de la frontera con Alemania. Desde aquí apenas hay sesenta kilómetros de camino hasta Dusseldorf, por lo que nos encontramos con un enclave en el que se mezcla lo típicamente holandés con las reminiscencias germanas.

Pasear por las callejuelas de este rincón no os llevará mucho tiempo. Swalmen es un destino turístico del sureste holandés de apenas nueve mil habitantes. En él sus monumentos más significativos son la iglesia románica que alza su aguja sobre los tejados de las casas, algunas granjas antiguas y el pintoresquismo de las fachadas de algunos edificios.

Es el río Mosa también uno de los grandes atractivos de este lugar, ya que a su paso va generando parajes de enorme belleza. El entorno tranquilo y agradable de la zona se llena de vivos colores con la llegada de la primavera o el otoño. Los aficionados a las actividades campestres encontrarán aquí un paraíso para respirar profundamente y dejarse llevar. Difícil encontrar por estos pagos un escenario de tanta singularidad.

Pero quien le ha dado cierta fama a Swalmen es su célebre Castillo de Hillenraad, uno de los más bonitos del sur de Holanda. Su origen hay que encontrarlo en el siglo XIII, aunque su aspecto actual data del XVII. A simple vista más que un castillo parece una residencia palaciega. Precisamente al estar hoy en día habitado se hace imposible la visita interior. Sin embargo podéis daros una vuelta por los alrededores.

Además del edificio en sí, el entorno natural de jardín francés que le rodea hace que la visita sea aún mucho más agradable. Cualquier época del año es buena para acercarse hasta aquí, ya que si en primavera u otoño el paisaje está florido, en invierno una densa capa de nieve lo cubre todo de un aspecto nostálgico. Ya os decimos que los escenarios de postal de esta zona de Holanda son realmente espectaculares.

Por tanto, os recomendaría visitar Swallen especialmente en los meses primaverales u otoñales. El pueblo no tiene mucho en realidad, lo que impacta es sobre todo su entorno. Un lugar de vivos colores, sonidos frescos provenientes del Mosa y a pocos kilómetros de la frontera con Alemania. Es lo que tienen los paisajes embaucadores del sur de Holanda.

Foto Vía Danny Danckaert

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Categorias: Turismo en Holanda



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