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Guillermo Alejandro, nuevo rey de los Países Bajos

Con la abdicación de la reina Beatriz el pasado 30 de abril del 2013 (que ahora ha pasado a tener el título de princesa), su hijo Guillermo Alejandro de los Países Bajos se ha convertido en el nuevo rey de Holanda. Junto a él reinará el país orange en los próximos años su esposa, la argentina Máxima Zorreguieta Cerruti, con quien se casó el 2 de febrero del 2002.

Guillermo Alejandro es el hijo mayor de la ahora princesa Beatriz y el ya fallecido príncipe Nicolás de Amsberg. Nació en Utrecht, el 27 de abril de 1967, y como primogénito se convirtió en el primero en la línea de sucesión al trono. Desde que su madre fuera investida reina el 30 de abril de 1980, Guillermo llevaba el título de Príncipe de Orange, otorgado siempre a todos los herederos al trono de esta monarquía.

El nuevo rey es licenciado en historia por la Universidad de Leiden además de otra serie de deberes reales. Su matrimonio con Máxima resultó un tanto controvertido, ya que el padre de la nueva reina , Jorge Horacio Zorreguieta, había sido un miembro civil del régimen del dictador argentino Jorge Rafael Videla. Para no levantar mayores polémicas, los padres de Máxima decidieron no acudir a la boda de su hija con Guillermo, como así lo habían solicitado miembros del gobierno holandés.

De este matrimonio han nacido tres hijas: Catalina Amalia, nacida en diciembre del 2003 y primera en la línea directa de sucesión al trono holandés; Alexia, quien cumplirá ocho años el próximo mes de junio; y Ariadna, quien cumplió seis años el pasado 10 de abril.

Este 30 de abril del 2013 Holanda pasó a ser por unas horas mucho más naranja que nunca. Todas las calles de Amsterdam se tiñeron de este color para celebrar la investidura de su nuevo rey. A las 10 de la mañana, en la Sala de Moisés del Palacio Real, se firmaba oficialmente la declaración de abdicación de la reina Beatriz e, inmediatamente después, el ascenso al trono de su hijo Guillermo.

Así se cumplía una de las máximas que recoge la constitución holandesa: «el país no puede permanecer ni tan siquiera un minuto sin rey».