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El Begijnhof de Amsterdam: aires religiosos

El Begijnhof es una de las muchas gratas sorpresas que nos esconde Amsterdam entre sus calles céntricas. Sorprende encontrar en medio del ambiente cosmopolita de esta ciudad, un rincón tan céntrico como es el Begijnhof, de tanta paz, de tanta belleza y silencio. Tanto que los mismos turistas cuando acceden por su arco de entrada bajan la voz en señal de respeto a la tranquilidad que allí se respira.

— Cómo llegar al Begijnhof —-

Es muy fácil de llegar a la zona, aunque si andamos un poco despistado podemos pasarnos la entrada. Si nos situamos en la céntrica Plaza Damm, el Begijnhof se encuentra a apenas 5 minutos andando. Sólo hay que entrar por la comercial calle Kalverstraat, una calle peatonal toda llena de comercios, andar unos metros hasta cerca de la calle Spui. Paralela a la Kalverstraat hay un a pequeña calleja y en ella un arco de entrada que permanece muy escondido. Esta entrada está en Gedempte Begijnensloot.

También podemos entrar a través del Museo Histórico, y para ello, bajando por la calle Kalverstraat, giramos a la derecha por St. Luciensteeg y luego atravesamos el Amsterdam Historisch Museum.

——- Historia ——-

Aunque se cree que la primera congregación de beguinas es del año 1346, la verdad es que documentalmente, sólo hay referencias de que la construcción es del año 1389. Aquel rincón de la ciudad fue habitado por una congregación de mujeres católicas que vivían como monjas, y que se encargaban de educar y cuidar a los pobres y enfermos sólo a cambio de alojamiento.

Dentro del Begijnhof se contruyó una capilla en el año 1419, de la que destaca su campanario. En 1578, sin embargo, los calvinistas se hicieron con la iglesia, y luego la cedieron a los presbiterianos. Las beguinas, dispuestas a no perder su fé católica construyeron unas iglesias clandestinas en los números 28 y 29 de la coqueta plaza.

Cuenta la leyenda que su beguina más famosa, Cornelia Arens, antes de morir dejó dicho que quería ser enterrada en el patio y no en la iglesia, porque ésta había sido profanada por los presbiterianos. Sin embargo, al morir, la enterraron en la capilla de la iglesia. Durante días, dicen que su ataúd aparecía en el patio nuevamente cada vez que la enterraban, hasta que finalmente, hubieron de darle sepultura en el patio.

—— El barrio del Begijnhof ——-

Es bellísimo, más por su recogimiento y cuidado que por su propio estilo. En sus casas aún viven mujeres solteras y estudiantes, hasta hacer un total de 140 mujeres. Consiste en un patio central, ajardinado y muy cuidado, a cuyo alrededor están las casas individuales, típicamente holandesas. No obstante, sólo dos casas hay en el Begijnhof que son de madera, y una de ellas, la Houten Huis, es la más antigua de Amsterdam, y data del año 1470.

En el lado sur de la plaza destaca la Engelese Kerk, la iglesia inglesa, de la que como dijimos destaca su campanario. En el lado oeste  destaca la capilla begijnhof, la que clandestinamente construyeron las beguinas. También hay una gran colección de placas bíblicas que cubren el muro exterior de la Houten Huis, mientras que en el lado norte, en el número 19 podemos admirar una placa con el éxodo de los judíos a Egipto.

—– Entrada ——

Como dije, hay dos entradas. Por la calle Spui, o bien por el Arco de Gedempte Begijnensloot, pero en ambos casos la entrada es gratuita. No se trata de un parque público, pues todo el barrio es privado, y por ello, no dejan entrar grupos. Sólo se puede entrar de forma individual a fin de respetar el silencio de su interior.

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