La Basilica de San Servaas en Maastricht
Dominando las vistas de la Plaza Vrijthof, paraíso de las compras y de los conciertos al aire libre, se encuentra la Basílica de San Servaas (Servasio) –o Sint Servaasbasiliek, en Maastricht. Es la más antigua en su tipo y la más cargada de historia de toda Holanda. Fue edificada en estilo romanesco, en honor del primer obispo de Tongeren, el cual falleció en en esta ciudad en el año 384. La construcción de la primera de las basílicas comenzó en el año 1039, pero después se construyó sobre ella la que puedes visitar hoy en día.
Así pues, la estructura actual reemplaza a la más antigua, y en 1985 fue nombrada Basilica Minor por el Papa. Casi un milenio antes, en 1087, el emperador Enrique IV concedió a este templo una autonomía casi total, que se mantuvo hasta transformarse en responsabilidad del papado en materia espiritual y del emperador en asuntos seculares.
Su estatus de basílica fue respetado durante siglos, a pesar de la mayoría protestante que alguna vez pobló Maastricht. Sin embargo, en 1797 los franceses ocuparon la ciudad, y transformaron el recinto en un granero. Afortunadamente, pocos años después, en 1805, la iglesia fue nuevamente un templo religioso, y las restauraciones le devolvieron todo el encanto original.
Aunque la parte más antigua de la actual basílica data del año 1000, el frente y sus dos torres fueron construidos en el siglo XII. Una tercera torre se edificó en 1556, pero en 1770 fue reemplazada por una nueva, en estilo barroco, que más tarde lamentablemente sería destruida por un incendio.
En el interior del templo, las capillas góticas son las mayores joyas que guarda este recinto. El coro, que data de 1039, aún conserva vestigios de la antigua construcción. Las restauraciones del siglo XIX tuvieron que sacrificar las pinturas que revestían los muros.
Sorprendentemente, en algunos sitios las imágenes fueron capaces de traspasar el recubrimiento que las ocultaba, y exhiben algunos de sus fragmentos.
Foto Vía: TravBazaar
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