La Navidad en Gouda
Ya se acercan las fiestas de fin de año, y conocer las tradiciones de un país respecto de sus celebraciones es una excelente manera de ponerse a tono con las costumbres locales antes de dar un paseo por allí. Tanto en Navidad como en la bienvenida del año que comienza, los holandeses son muy respetuosos de sus ritos: veamos en qué consisten algunos de ellos.
En Holanda, la Navidad comienza a planearse con mucha anticipación. Ya a principios de noviembre comienzan a verse en las calles y en las plazas los mercados al aire libre, que abundan en artículos navideños para decorar el hogar, para comprar como regalos y para disfrutar en familia.
Los árboles tradicionales llenan las ciudades, alumbrados con luces que tintinean noche y día, y que encienden una atmósfera navideña muy acogedora durante las semanas cercanas al gran acontecimiento de la llegada de Sinterklaas (San Nicolás).
Las costumbres en Holanda indican que los días de celebración son el 25 y el 26 –contrario a lo que ocurre en algunos lugares, en los que se festeja desde el 24 y hasta el 25 de diciembre–. Algunos se quedan en casa y otros salen para disfrutar de la noche en las ciudades más grandes.
En el hogar y con la familia, la tradición indica que el 25, el desayuno se sirve en una mesa adornada con velas. Pan con pasas y pasta de almendras son los ingredientes infaltables. Por la noche, el plato principal por excelencia es el conejo con col lombarda, aunque en la actualidad es más común que se sirva pavo relleno con puré de castañas.
En la última noche del año, los espectáculos se multiplican en teatros y cines, y también en numerosos restaurantes que ofrecen show con cena y platos tradicionales. En estas fechas, los oilebollen son los invitados infaltables, y se comienzan a vender en puestos callejeros desde noviembre.
Foto Vía: Go Amsterdam