Las cuevas de St. Pieter, en Maastricht
Situado en las afueras de la ciudad de Maastricht, capital de la provincia de Limburgo. Es, para muchos, uno de los sitios de mayor belleza en toda Holanda. De acuerdo o no con esta impresión, nadie puede negar que se trata de un paisaje peculiar, distinto a todo lo conocido en el país.
El monte es hogar del Fuerte St. Pieter, construido en 1701 la ladera norte de la colina. Está abierto al público y cuenta con interesantes vistas en su interior. Un monasterio también puede visitarse en la cima. Sin embargo, las verdaderas protagonistas de este lugar son las cuevas que yacen bajo el monte.
A lo largo de varios kilómetros, un sistema de túneles se extiende oculto bajo tierra. En sus muros, las imágenes realizadas con carbón y las figuras talladas decoran y dan un ambiente muy especial al recorrido. Son obra de los monjes que habitaron el monasterio situado sobre la colina.
Las escenas de la Biblia fueron el objeto de ilustración de los monjes, quienes buscaban hacer de su arte una manera de alabar a dios. Aunque también hubo lugar para lo personal y muchos de los dibujos son un modo de expresión.
Durante la Segunda Guerra Mundial, estos pasadizos se convirtieron en el refugio de muchos de los habitantes de Maastricht y de ciudades cercanas. Aún pueden observarse los sitios en los que se dejaba el alimento para los que permanecían ocultos, y también el lugar en que los monjes guardaban sus posesiones personales.
Más de 20 mil corredores y túneles secretos componen la telaraña conocida como las Cuevas de St. Pieter. Por eso, ante nada, el consejo es que jamás debe un turista aventurarse a estos sitios sin la compañía de un guía. Con la iluminación brindada por antorchas y velas, el camino se convierte en una experiencia inolvidable.
Foto Vía: DagjeWeg

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