Doetinchem, historia y monumentos
El molino Aurora
Doetinchem es una ciudad de la provincia de Gelderland, situada a orillas del río Oude Ijssel. Su espléndida arquitectura y la belleza natural que la rodea hacen de este un destino perfecto para disfrutar del aire libre y de la recreación.
Abunda en monumentos interesantes para conocer y en vestigios de su larguísima historia, que se remonta a más de 11 mil años atrás. Ya en la era prehistórica era un territorio habitado, y desde entonces incontables pueblos han ocupado la región: desde celtas hasta romanos, e incluso vikingos, dejaron sus huellas en Doeinchem.
Fue declarada ciudad en 1236, pero ya desde 1226 había comenzado a ser fortificada. Cuatro puertas principales se construyeron con posterioridad, al igual que el molino principal, el Walmolen, situado en el mismo terraplén. Aún pueden verse sus ruinas en el lugar, al igual que fragmentos de la muralla.
La mayor parte de la fortaleza y sus puertas permanecieron en pie hasta mediados del siglo XIX, cuando fueron removidas. Sin embargo, el aire histórico persiste en la atmósfera, y esto pese a las numerosas inundaciones e incendios que azotaron a la ciudad.
Entre sus principales monumentos, destaca la Catharinakerk, o Iglesia de Santa Catalina, situada en la plaza central. Fue reconstruida después de los graves daños causados durante la Segunda Guerra Mundial. Las obras duraron 15 años hasta devolver al edificio su antiguo esplendor.
Además, Doetinchem es hogar de dos castillos. Uno ellos es De Kelder, y el otro, más conocido, lleva el nombre de Slangenburg. En éste último se alquilan habitaciones para quienes deseen hospedarse, una propuesta romántica y sumamente interesante.
También hay en la ciudad tres molinos. El primero de ellos, en el centro urbano, es el ya mencionado Walmolen. En él funciona la oficina de turismo de Doetinchem. Los otros dos se llaman Aurora y Benninkmolen, ambos abiertos al público.
Foto Vía: Commons Wikimedia

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