Ceramica de Delft, artesania y tradicion

Ceramica de Delft

La hermosura de sus pequeñas ciudades es quizá una de las mayores virtudes de Holanda, y Delft es una muestra precisa de esto. Apenas cuenta con noventa y cinco mil habitantes y sin embargo aparece en la historia europea por varias razones: desde 1572 fue corte de Guillermo I de Orange, rey holandés que inició la Guerra de los Ochenta Años contra la ocupación española, en el siglo diecisiete albergó una sede de la Compañía de las Indias Orientales, hecho que aseguró la llegada de numerosas riquezas a la ciudad, y, sobre todo, es la productora de la famosa cerámica de Delft, cuyas piezas son consideradas como una de las mejores muestras mundiales de alfarería.

Existen unas pocas fábricas que han recibido la acreditación de alfareras de Delft y es posible visitar sus salas y galerías para tener una experiencia directa con la producción -totalmente artesanal- de las piezas que luego podremos comprar -a precios que quizá no están al alcance de cualquier bolsillo- y ver imitadas en cualquier tienda de la ciudad.

Los recorridos por las fábricas nos llevan por un recorrido de las tres fases básicas en la creación de las piezas: el llenado de los moldes, la cocción y la decoración -desbastado y pintura a mano-.

Resulta particularmente interesante ver el orgullo que la calidad atribuida a su cerámica despierta en las fábricas. Los guías hacen hincapié en los detalles más mínimos, de modo que, cuando terminas las visitas y te encuentras -invariablemente- en las tiendas de cerámica de cada fábrica, sabes por qué el azul es el color típico de estas obras de artesanía -el llamado Delfts Blauw, o azul de Delft es un color creado a partir de un óxido de metal característico de la zona-, cómo se realiza el perfilado de cada una de las imágenes que iluminan la cerámica -a mano, con diferentes tonos y pinceles- o por qué determinadas piezas de gran tamaño son más baratas que otras más pequeñas -porque la calidad de la pieza depende del la complejidad de la imagen que se representa-.

La autenticidad de la cerámica marcada como de Delft es un asunto de alta importancia, y la venta de réplicas falsas se considera un crimen punible… que cada año aparece en los periódicos holandeses, puesto que muchos turistas están deseosos de comprar una pieza con el sello de calidad de Delft, pero sin los precios de la ciudad.

Si lo que nos gusta es el color y la apariencia en general de la cerámica, sin preocuparnos tanto por el sello de Delft y la calidad que atestigua, podemos comprar cerámica trabajada con máquinas que, si bien no será tan auténtica, decorará de igual manera.

Foto Vía craigbooth

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Comentarios (1)

  1. martha amaya dice:

    bueno mi pregunta es, yo vivo en colombia y tengo un plato grande que era de mi padrastro, azul y blanco, la escena son dos ancianos, se ve el mar quisiera saber como esta cotizado ya que lo queremos vender, ademas en la parte de atras lleva un sello una letra y como una botella, la fecha de abajo dice 1097. gracias