Un día en Amsterdam
Ya os he hecho excursiones anteriormente a Amsterdam en dos, tres y más días. Os diréis que en Amsterdam un día puede resultar poco. Ciertamente lo es si lo que pretendéis es ver sus monumentos, pasear por sus calles e impregnaros de su alegría de vivir. Sin embargo, mi propuesta de un sólo día va, en esta ocasión, dirigida a aquéllos que buscan en sus escapadas una experiencia cultural nueva: una exposición concreta, un concierto, una fiesta tradicional…
Amsterdam tiene una oferta cultural tan importante que cualquier fin de semana que nos pasemos por allí encontraremos algo que poder ver u oir.
No podía ser menos esta vez, de modo que en mi nuevo viaje tuve la ocasión de asistir a la presentación, en el Museo Van Gogh, de la futura exposición que se celebrará en dicho museo entre el 18 de febrero y el 30 de mayo de 2011, y que, posteriormente, llegará a España a partir del 30 de junio del próximo año, dedicada a nuestro internacional Picasso y referida a su paso por París entre los años 1900 y 1907.
Tuve la enorme suerte, además, de poder visitar en el mismo recinto del Museo Van Gogh la exposición «Illusions of Reality» que abriera sus puertas el pasado 8 de octubre y que estará abierta al público hasta el 16 de enero de 2011. Impresionantes pinturas y fotografías que nos acercan a la realidad de la vida diaria de gente ordinaria; simples trabajadores, paseantes o temas que arrancan un bocado de esa realidad desgarrada que en ocasiones guardan mensajes morales que el pintor pretende hacer llegar con su obra.
Por su parte, el Museo Hermitage, ofrece hasta el 18 de marzo de 2011, un repaso a la vida de Alejandro Magno, a su paso por Oriente y a la influencia de su obra en nuestra Historia, a través de 350 obras que abarcan un periodo creativo de más de 2.500 años.
Las obras de Johannes Vermeer o de Rembrandt en el Rijksmuseum; la video presentación de «My Getto» de Iaty Ziv en el Hollandsche Schouwburg; la fotografía del artista callejero Mark Miremont en «La resurreción de la belleza» o las imagenes de la exposición «65 years of Jewish Life in the Nehterladns» del Museo Histórico Judío, son otras de las opciones que tenemos para perdernos un día por las calles de Amsterdam.
Por supuesto, una buena oferta cultural debe ir acompañada, para cubrir el día del mejor modo posible, de una buena comida. Aunque Holanda no es un país que destaque precisamente por su gastronomía, no es menos cierto que su variedad étnica y cultural, la ha convertido en una ciudad multirracial donde es fácil encontrar restaurantes para cualquier paladar. Desde comida china, a la tan popular comida indonesia, pasando por restaurantes de pasta o de la más última vanguardia donde experimentar sensaciones nuevas.
En este sentido, dejadme recomendaros dos lugares que tuve la ocasión de probar en esta ocasión: el restaurante Nómads y el Momo.
El restaurante Nómads es un lugar sorprendente donde predomina la decoración de tipo beduina: suaves cortinas, cojines, mesas bajas, y colores pálidos convierten la estancia en algo casi sensual, lo que se combina con la posibilidad de comer acostado. La comida es de clara influencia árabe y con ciertos toques especiados picantes. Os recomiendo que probéis una selección especial que hacen de diferentes platos, que os servirán en pequeños cuencos que traen sobre una gran bandeja de cobre. Un lugar, sin duda alguna, diferente y sorprendente. Nomads se encuentra en Rozengracht, 133 (para que os situéis, en la zona del Jordaan).
El restaurante Momo me resultó exquisito, no sólo por la comida, sino por el ambiente y el trato que nos dieron. La entrada la hicimos por el Park Hotel, un elegantísimo hotel situado a apenas 10 minutos andando del mismo centro de Amsterdam. Elegancia, pero sobre todo confortabilidad es la primera impresión que se saca de este establecimiento que recibe a sus clientes con la cálida luz de una chimenea de última generación, que se combina con el clasicismo de un tranquilo rincón creado para los amantes de los libros. Junto a esta pequeña biblioteca se encontraba la puerta que daba acceso al restaurante Momo.
La primera impresión se tiene al tener, a la vista del cliente, la gran cocina del mismo. Brillante y muy limpia, sentados desde la mesa puedes ver el trabajo de sus cocineros. Lo curioso y realmente destacable, es que no se mezclan los olores de la cocina con la de la zona de restauración a pesar de estar totalmente abierta. El ambiente es relajante y la comida simplemente, fantástica, con cierto toque y presentación oriental.
Y para finalizar el día, y si os habéis quedado con la sana impresión de que no podéis marcharos de Amsterdam sin vivir lo más típico, turísticamente hablando, de la ciudad, sus canales, nada mejor que hacer el clásico crucero por los canales. Cuatro modalidades de crucero que os llevarán por los diferentes anillos en los que se divide la ciudad, de diferente duración (en torno a los 75-90 minutos) y en el que os destacaría el conocido como «Candlelight Cruises» con el que además de visitar la capital holandesa de noche y a la luz de las velas, podréis degustar un vinito y una tabla de quesos holandeses.
Una última recomendación para que esa escapada rápida a Holanda os salga económicamente más asequible es la del vuelo. Easyjet tiene vuelos diarios desde Madrid y Barcelona a Amsterdam por apenas 18 euros por trayecto. Además, si no os importa madrugar, y para aprovechar mejor el día, la compañía sale de ambas ciudades españolas a las 6,50 h. de la mañana.

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