La aduana y las vacunas en Holanda
Holanda es un país que controla todo lo que tenga que ver con el ingreso y egreso de personas. Entre los puntos más importantes, se sitúan la aduana holandesa y el tema de las vacunas para ingresar al país.
Ahora bien, si tenéis pensado viajar hasta allí, pues haremos un breve paneo sobre lo que tenéis que tomar en cuenta. Por ejemplo, en el caso de la aduana, la legislación holandesa es bastante estricta en cuanto a los productos que pueden ingresar los turistas, por eso mismo, de no cumplirse la reglamentación, Holanda aplica sanciones administrativas como en el caso de si trasladan pieles de animales, coral, marfil, huesos o piezas de taxidermia de animales en protección. Además, están prohibidos las semillas y algunos objetos contemplados en el Convenio de Washington.
En el caso de los viajeros provenientes de un tercer Estado, que dan uso a la frontera holandesa como primer punto de entrada en el Estado Schengen para tomar dirección a España, podrán ser “investigados” por las autoridades aduaneras holandesas. En tanto todos los objetos comprados fuera de la Unión Europea (siempre y cuando superen una franquicia de 380 florines por persona) deberán abonar los impuestos planteados por los Países Bajos.
Por otra parte, con respecto al tema vacunas para viajar a Holanda, pues no hay ninguna indicación obligatoria. Lo que sí es recomendable son aquellas que están asociadas para todos los destinos como la de la Hepatitis B, Tétanos y Difteria. Y en caso de que vayáis a estudiar a Holanda, os comento que el Servicio de Salud Pública de Holanda desde el año 2010, exhorta a los estudiantes a vacunarse preventivamente contra las paperas.
Esto es a causa de que durante el último año, se observó en las ciudades universitarias un gran contagio de dicha enfermedad (con un aproximado de 290 casos inscriptos en el Real Instituto de Salud Pública y Medio Ambiente). Para aquellos que no están al tanto de las paperas, vale destacar que la transmisión es por medio de la tos, estornudo y saliva. En casos excepcionales puede llegar a ocasionar sordera y atrofia testicular, con posibles consecuencias de infertilidad.
Foto: Hospital Universitario

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