Íconos de la pintura holandesa antigua
A partir de las primeras décadas del 1600, la época de Oro en Holanda estuvo marcada por determinados pintores holandeses, en el momento en que se comenzaron a desarrollas cantidades de escuelas basadas en la pintura de estilo Barroco con influencias de Caravaggio (un personaje que introdujo en sus obras la pintura claroscuro, por lo que esto le daba un plus a cada pintura por su dramatismo).
Previamente a suceder tal época, Europa del Norte ya tenía gran prestigio en cuanto a ser un centro artístico destacado, pero mayormente su actividad se centralizaba en el Condado de Flanes, donde el flamenco era extremadamente popular, por lo que no tardó en fundirse con la corriente renacentista de los italianos, a partir del año 1400.
Pues bien, con respecto a los pintores holandeses, vale señalar que fueron un gran ejemplo para con sus pares europeos en lo que refiere a la técnica de aplicación de las pinturas al óleo, un método que los posicionó en la cima de su época, con retratos y paisajes fantásticamente logrados.
De esta manera, los principales íconos de la pintura holandesa antigua fueron dos grandes artistas. Por un lado Rembrandt Harmenszoon van Rijn (1606- 1669), nacido en Leiden, Holanda, quien fue un pintor barroco y dibujante superdotado, el cual se inclinó en sus comienzos por seguir a Caravaggio, a Rubens por su brillosidad y a Tiziano por como utilizaba el pincel.
A sus 25 años de edad se zambulle en la técnica de los maestros italianos, dejando atrás la manera suave de pintar que tenían los holandeses y trazando pinceladas gruesas incorpora a sus obras, una textura inédita hasta ese momento. Es así, que lo realizaba dicho pintor era ni más ni menos que lo que veían sus ojos, aplicando capas desde el fondo hacia adelante, entre color y tonos esfumados. Algunos ejemplos son: Hendrickje en el Río, Michael Angelo y Clara, Mujer Rezando y Bathsheba, entre otros.
El segundo artista reconocido fue Johannes Vermeer (1632-1675), nacido en Delft, Holanda, quien fue un pintor realista, influenciado por el estilo caravallista. En este caso, podéis observar en sus retratos una inmensa perfección en las representaciones geométricas del espacio en torno a sus personajes, y la coloración que por lo general aplica, es prístina. Algunos cuadros que hoy en día se conservan son: Vista de Delft, Joven con Collar, Lavado de Pies, Señora con Sirvienta, Mujer con Jarro de Leche y Mujer con Aguamanil.

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