A lo largo de la Edad Media, la parte este de los Países Bajos gozó de un particular período de prosperidad y apogeo que quedó reflejado en el paisaje que la conformaba.
De este modo, los castillos, las plazas y las mansiones se expanden en todo su esplendor por toda esta zona rural y lo dota, aún en nuestros días, de un aura especial haciendo de ella una de las áreas más bellas y populares de todo el país, con un encanto singular para aquellas personas aficionadas a algunos deportes, como el senderismo o el ciclismo, ya que el territorio está plagado de rutas para su práctica y las condiciones son excelentes con un gran número de carreteras llanas y poco transitadas.
En particular, la región de Achterhoek (situada en esta parte oriental del país) es el paraíso de los castillos majestuosos y viene caracterizada de manera especial por su impresionante campiña, que se encuentra plagada, además, de numerosas granjas y casonas de campo que, con anterioridad, pertenecían a la nobleza, y que fueron erigidas bien como fortalezas durante la Edad Media o bien durante los siglos XVII y XVIII, ya como auténticas viviendas de lujo.
A su alrededor no hay cabida para las grandes ciudades, sino que entre los bosques y prados tan sólo se adivinas pequeños pueblos típicos que se reparten coquetamente por todo el paisaje.
Por lo que se refiere a las actividades que se llevan a cabo en Achterhoek, a parte de las citadas del ciclismo y las rutas de senderismo, merece especial mención la caza. Para disfrutar de esta práctica, la mejor época para acercarse a esta región es de octubre a diciembre, período durante el cual también los mejores restaurantes especializados (una treintena) sirven auténticas delicatesen elaboradas con ciervo, liebre, jabalí, faisán, pato o venado.
¿Necesitas más excusas para acercarte a visitarlo este verano? ¡No lo dudes y escápate a Achterhoek!
Foto Vía: Holland