La Fiesta de San Martín
La fiesta de San Martín que se celebra en Holanda se podría considerar el equivalente de la tradicional Noche de Brujas de Estados Unidos.
Durante la tarde del día 11 de Noviembre, los niños de entre 2 y 8 años van de casa en casa, tocando a cada puerta y pidiendo golosinas a sus habitantes con canciones y risas. Al caer la noche encienden sus farolillos para iluminar el camino, y continuar con la búsqueda de caramelos y chucherías.
Aunque se pueda pensar que la fiesta de San Martín y el Halloween son equivalentes, lo cierto es que ambas celebraciones mantienen orígenes bien distintos, aunque guarden grandes similitudes.
La fiesta de San Martín tiene sus orígenes, más que en la superstición (como en el caso de Halloween), en el cambio de estación del Otoño al Invierno, temporada en que los días comienzan a acortarse y empieza a llegar el frío. Hace varios siglos la llegada del invierno solía ser sinónimo de hambruna, por lo que la procuraba ahorrar todo lo posible para pasar los meses invernales. Para alegrar los cortos días y largas noches, se organizaban fiestas en las que la luz tenía un papel casi protagonista, y muchas de las cuales tenían como principal objetivo entretener a los niños.
Esta celebración tiene lugar en aquellas ciudades o poblaciones en las que haya un templo, ya sea parroquia o iglesia, que se haya consagrado a San Martín, un Obispo del siglo IV famoso por haber compartido su capa con un mendigo, para evitar que muriese de frío. En el interior de la Iglesia Dom se puede contemplar una imagen de este santo. Debido al carácter generoso de San Martín pronto fue asociado a las antiguas fiestas invernales, aunque ha sido recientemente cuando el Día de San Martín se ha hecho más popular.
Foto vía: Servien

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